A los grandes establecimientos, como una ferretería Cuenca que contemple múltiples departamentos, se les ve crecer con rapidez, ampliando continuamente sus prestaciones, capacidad instalada y presencia a lo largo de pueblos y ciudades. Sin embargo, este tipo de locales no se expanden al azar, sino que nacen completos y solo se observa su desarrollo gracias a que, cuando aparecen, constituyen un proyecto maduro en las mentes de quienes lo acometen y lo explotan para lograr su máximo potencial.
Tampoco se trata de negocios que se montan por casualidad o para ver si llegan a funcionar, sino que más bien responden a planes cuidadosamente trazados, aun desde antes de colocar la primera piedra hasta que abren sus puertas. Así, se muestran ante el público como modelos exitosos en dicho sector, creciendo en sus sedes de origen y abriendo nuevas sucursales.
Desarrollar una gran ferretería requiere dedicar atención a los detalles en medio de todo el movimiento de maquinarias, herramientas y equipos. Asimismo, es necesario coordinar las actividades con los accionistas, empleados y proveedores, de manera que el funcionamiento sea armonioso y haya garantía de que los pasos dados se dirijan hacia el propósito conocido como misión o meta.
Una máxima vital de un gran negocio es aquella que establece que sus clientes son lo primero. La razón es que ellos dan sentido a toda la estructura organizacional, y, por tanto, hay que mantenerlos satisfechos en lo que respecta a las áreas cubiertas.
Estas pertenecen a distintos sectores que adquieren los productos al por mayor. También existen otras de menor envergadura y personas físicas que las buscan para cubrir necesidades puntuales y ocasionales, por lo que sus estrategias deben ser amplias y flexibles, de tal modo que permitan atenderles adecuadamente a todos.
Representar a fabricantes de productos provenientes de cualquier lugar del mundo es de hecho un exigente reto. Esto hace indispensable exhibir con propiedad una variada cantidad de marcas y modelos, de forma que los clientes puedan elegir lo mejor dentro de sus posibilidades financieras con la satisfacción de haber tomado una buena decisión.
Los usuarios deben sentirse en el local como si estuvieran en sus casas, y encontrarse con un personal competente y dispuesto a resolverles las dudas y satisfacer todas sus peticiones. Estos tienen que tener claro que de su atención dependerá que ese comprador continúe haciendo negocios con ellos. Adicional, la publicidad, imprescindible para dar a conocer el nombre y el buen servicio a quienes entran en una ferretería buscando soluciones a sus problemas, forma parte de la estrategia global.
Es fácil localizar pequeñas ferreterías en cualquier parte, pero existen pocas grandes, así que, cuando se amerite un producto del sector, debería pensarse que en una integral hay mayores probabilidades de encontrarlo. Y, además, se puede conseguir información útil para su uso adecuado o mejorar las ideas preestablecidas del mismo.
Albafer es una ferretería industrial en Albacete creada en 1998 por un grupo de personas que deseábamos independizarnos y alcanzar nuestros sueños ayudando a otros a realizar los suyos.
Sucursal Cuenca:
Cuenca Polígono Industrial Los Palancares,
Parcela nº 11